Sueños
El brillo intenso
Que entra por el parabrisas de la vieja ford
Hace suponer que vamos directo hacia el sol.
Voy en el asiento de acompañante
Aunque el volante está a la derecha
El chófer que no es nadie
Y es todos
Tiene un aura de autoridad
Con su barba mal afeitada
y su tabaco en la comisura
Un aplomo ojeroso, entre la sabiduría
Y el delirio
Sabe de lo que habla, o por lo menos
Así lo siento
Agarra un papel de la guantera
Me lo da con gesto de suficiencia
"Esto está muy bien, ahora sí, aunque todavía le falta"
Siento una emoción intensa
Propia de lo que se aprende una vez
Y para siempre
Cómo atarse los cordones
O andar en bicicleta
El se señala la sien izquierda con el índice
"Hay que apagar este hemisferio,
el de los compromisos"
Llegamos a una plaza y el sueño se diluye
Entre un mar de gente
sin emociones en los rasgos
A lo lejos me despierta el ruido
De un viejo motor.
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