El Tiempo

  Dicen que para pelear Hacen falta dos personas Yo no necesito a nadie. Mientras lavo los platos Peleo contra todos Contra argumentos propios de ellos Aunque nunca fueron dichos Contra retóricas imaginarias. La boca se me llena de piedras Como a Demóstenes El calor me sube por la cara Las manos frotan la loza Cada vez más fuerte No respetan, en su soberbia La santidad de mi reino Mis pensamientos. Son taimados Narcisistas Egoístas Vienen a pararse Delante de las puertas A trancar la vereda A gritar Donde se pide silencio Y ríen No hay nada más violento Que la risa del impertinente Yo, los apuñalo Los acribillo Uso un lanzallamas Y los hago arder Muere! Oh maldita proyección Del subconsciente Muere! Demonio De lenguaje venenoso Ardid de la miseria propia Fumarola de violencia Guardada a presión Muere! Que el sol brilla afuera Radiante Y ya no queda nada Por lavar

Soñé con pichones de color verde Algunos muertos Otros apenas con vida. Los ponía en una lata Y les hacía un pequeño nido Con ramitas Como árboles en miniatura Algunos piaban Aferrándose a un pequeño hilo de vida. H ay esperanza para los caídos del nido A unque A lguien dirá " Una muerte rápida es mejor Q ue una vida dura" Pero S olo los hijos del destino E ncuentran la muerte de los héroes Un acto de justicia Para las almas condenadas N o hay llamas para quienes buscan A rder A los demas, toca aguantar Aunque el palo tenga clavos Aunque en tus pantalones Solo haya Sangre y vómito Y las esquinas se llenen De viejas inquisidoras Aunque tu nombre no esté En las plegarias nocturnas De los mediocres. Habrá refugios Con alfombras de terciopelo O con las paredes sin revocar Lugares donde no necesites Llamar a la puerta O fingir modales refinados Espacios llenos Del material intangible De la calidez . Un vientre hecho de mar En una tarde de enero. Mientras tanto Junten ramas Vie...

El balneario se está desperezando  Solo se ve ropa de trabajo Y bordeadoras  Me hice un amigo. Un gato catarriento Flaco, viejo, manso De pelos chuzos y ojos cansados  Los perros que ví  También son viejos Como la rotisería abandonada Y el club de pesca  Como si este lugar Se hubiese congelado Durante décadas, esperándome Un fin de semana de octubre  Abro la puerta de casa Y encuentro una angustia  Que no es nueva Aquel niño que lloraba  Los domingos de noche Sigue en mis brazos Alimento mi voluntad Me cuido del entusiasmo  Y de la apatía  Escribo para no olvidar  La playa El balneario avejentado Busco la respuesta a la pregunta  Que le hice al mar  De noche  Cuando las olas gritan Cuando solo se ven las linternas De los pescadores Y la respuesta es obvia Soy ese El que se sienta en la playa  Y habla con el mar.

Encontré un pétalo, seco En el cajón de la mesa de luz Encontré otro debajo de la cama Encontré otros dos en una caja de zapatos  Junto a fotos viejas en el ropero Los fui juntando en la mesita del living Mientras limpiaba Mientras escuchaba música Mientras caminaba por la casa Como un león enjaulado  Recuerdo cuando cayó cada uno Recuerdo dónde cayó  su aroma Su color Su textura  Creo que los reconozco a todos  Pero, por alguna razón  No logro recordar la flor.

El domingo pasa lento y espeso  Cargando una electricidad incómoda  Una angustia sin forma Hay días que cuesta el mundo  Cuesta subir A esta calesita despintada El domingo es misa Miseria y culpa Pequeña maqueta del averno  No hay fuego y castigo  En los dominios del diablo  ¿Cuánto más sencillo sería? Hay teléfonos que suenan Incesantes Veredas rotas Vendedores de perfume Trámites Ventanas sin pájaros Biromes sin tinta  Para escapar hay que arder Inmolarse  A pesar del miedo Frotarse las manos Para que surja una chispa Y cantar Hasta que el alma se vuelva volátil 

No me juzguen por mis miedos Tampoco por lo que no hice O sí, tal vez  No me juzguen por mis circunstancias  Yo también moriré  Algún día  La muerte es la noción humana Del tiempo  Eterno escultor del universo  Trabajadora incansable  Al servicio de la vida  Dos caras de una misma moneda  Cuando muera, no quiero cajón Entierrenme bajo un sauce Si es posible Cerca de algun arroyo  Para agarrarme de sus raíces Y usar sus ramas, para hablar En susurros, sin apuro Cantando la melodía del tiempo.

Enterré pensamientos  En ataúdes de plomo Memorias radioactivas Hijas de la angustia  Y la tristeza  Sobre algunas tumbas no crecen flores Salen tentáculos de la tierra Me agarran de los tobillos  Y de los brazos Y se vuelven sombra Y silencio  Ahogan los gritos  Y secan los ojos Hay cementerios que no deben Ser visitados.

Soy un animal nocturno  En cautiverio El día es mi nuevo hábitat  Un zoológico sin rejas Yo, me siento más libre Aunque en el día  También hay predadores y presas  Me volví otra clase de animal Un pájaro con plumas nuevas  Sobre este cuero gastado Buscando los vientos cálidos  Que llevan al sur Buscando arroyos de agua clara  Y limpia Y ser un árbol sin nido  Y ser una piedra que viaja Rio abajo Hasta que el tiempo no importe Hasta que el día y la noche  No sé distingan.