Noches de radio

Cuando no tenía un peso

Ni me importaba 

En esas noches de invierno

Donde el rocio se congela

Ni los gatos maullan

Y ni los perros ladran,

Juntábamos monedas con Leo y Julio 

Para comprar vino suelto.

Con todo el abrigo posible

Nos metiamos en un galponcito de chapa

En el fondo de mi casa.

Con un viejo cajón de huevos 

Armábamos una mesa

Y jugábamos a las cartas

Toda la noche.

En una radio destartalada 

Colgada de un gancho

Escuchábamos un programa de chistes

Viejos, repetidos 

Y nos reíamos por anticipado.

De una pipa que leo talló a mano

Sacabamos bolitas de resina 

Un tesoro color ámbar 

Para mezclar con tabaco 

Volar un rato

Usar porotos para apostar 

Y sentirnos en Las Vegas

Y Leo se olvidaba 

De los gritos de su madre 

Y el cinturón de su padre.

En la radio de repente 

Sonaba la canción del momento 

Leo dejaba las cartas y bailaba

Como poseído 

Éramos su público 

Y el lo disfrutaba 

Cambiabamos de radio

Un pastor gritaba

Leo lo imitaba en portuñol

Nos tiraba gotas de vino

Para santiguarnos 

Nos dolía la panza de tanto reír.

Recorríamos el dial

Cómo una caja de juguetes

Vendedores de yuyos

Casamenteras y nostálgicos de la dictadura 

Todo era material 

Para nuestra exclusiva "Varieté"

Y aunque se terminara el vino

Y los tabacos nos quemarán los dedos

No queríamos volver al mundo

Hasta que los gallos de la Umbanda 

Daban las cinco

Juntábamos todo

Y nos íbamos a dormir 

Con una sonrisa 

Esperando la próxima noche de radio.




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