Malestar

Siento náuseas, como un asceta que un día decide abrir la boca y tragar de ojos cerrados

Mareado de tanta vida

Las cosas se hacen de a poco, no sirvo para eso

Prefiero ver fotos y guardarme su esencia para mi deleite, para hablar solo, para pervertirlas en privado

Lo efímero de la imaginación es tan grande como el universo 

El tiempo, mi enemigo, no me enseñó a poner límites 

Muerdo y quiero ser perro, para mear en los tobillos de los convencidos y cagar en sus patios de verdades cómplices y soberbias

Para que un día no me importe 

Griten tranquilos, rían por compromiso

Yo sigo juntando rabia al mismo tiempo que me lleno el pecho de amor

infalible, inconmensurable y roto 

como las cosas hermosas, hijas del caos

La única ley que vale la pena.

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